lunes, 11 de mayo de 2015

Estudio científico sobre el paco


Con aporte platense encaran un estudio científico sobre el paco, el mismo será financiado por la Fundación Florencio Pérez y lo llevará a cabo el instituto que dirige Facundo Manes






Dr. Facundo Manes


¿Qué secuelas provoca el paco en el cerebro de los adolescentes? ¿Cuál es la forma más eficaz de encarar un tratamiento en un joven afectado por el consumo de esa droga? Las respuestas a estas preguntas no se conocen. Y son las que se buscan con un trabajo inédito en el país que realizará, con el financiamiento de la Fundación Florencio Pérez, el equipo de investigadores que dirige el prestigioso neurocientífico Facundo Manes. 

La Fundación Florencio Pérez acaba de firmar un convenio con la Fundación que dirige Manes, INECO, con el objetivo de desarrollar un trabajo de investigación sobre las secuelas cerebrales y neuronales del consumo de “Paco” entre jóvenes y adolescentes. 
La Fundación Florencio Pérez -que desarrolla acciones y programas que contribuyen a la lucha contra las adicciones- financiará el trabajo científico que, de acuerdo con los objetivos acordados, permitirá tener un diagnóstico único en el país sobre los efectos del consumo crónico de Paco. Ese aporte resultaría un pilar fundamental para el diseño de tratamientos efectivos en jóvenes que han desarrollado esta adicción. 
El titular de la Fundación Florencio Pérez y director de EL DIA, Raúl Kraiselburd, firmó con el doctor Manes el convenio que establece el marco y los objetivos para el trabajo científico que ahora se empezará a desarrollar. 
FUNDAMENTOS 
En el convenio se destaca que la pasta base de cocaína (popularmente conocida como Paco) es uno de los productos intermediarios del proceso de extracción del alcaloide cocaína de la hoja de coca. Su consumo se instala en el mercado de las sustancias ilegales en Argentina en el transcurso de la profunda crisis socioeconómica del año 2001. Es una droga de bajo costo y de fácil acceso, por lo que su consumo se ha concentrado en zonas de mayor vulnerabilidad social. El inicio del consumo se da, en promedio, a los 16 años y se ha informado que el 60% de los sujetos que han experimentado con esta droga ha desarrollado algún grado de dependencia o uso problemático. Se estima que en Argentina se consumen 400 mil dosis de paco por día. Y según las cifras del SEDRONAR, su consumo creció en los últimos años un 200%.
VACIO CIENTIFICO
En las consideraciones sobre el trabajo que se va a encarar, se destaca que dada la gran toxicidad del paco (mucho mayor que la de la cocaína) y el inicio temprano de su consumo, se cree que esta droga genera daños severos en las regiones subcorticales y frontales del cerebro, impactando en múltiples funciones cognitivas y sociales. No existen al día de hoy estrategias terapéuticas específicas y efectivas, en gran medida debido a la casi completa ausencia de estudios clínicos y preclínicos sobre sus mecanismos de acción y efectos. Determinar esos mecanismos es uno de los objetivos del trabajo encargado por la Fundación Florencio Pérez. 
El trabajo apunta a llenar una suerte de vacío científico que permita avanzar de un modo más eficaz en la batalla contra el paco. Hasta ahora -según se destaca en el convenio- no existe un estudio que haya caracterizado el perfil psiquiátrico ni neurobiológico de los usuarios de paco. 
Ningún estudio ha explorado los correlatos cerebrales vinculados a tareas cognitivas y de regulación emocional en estos consumidores; menos aún se conocen los efectos del consumo crónico de paco durante la adolescencia. Tampoco se han estudiado los posibles mecanismos epigenéticos (la epigenética estudia cómo la experiencia modifica la expresión genética) asociados a remodelaciones funcionales y estructurales del cerebro inducidos por el uso abusivo de esta droga. 
OBJETIVOS 
A través de distintas técnicas y estrategias metodológicas, el trabajo apunta a caracterizar los efectos epigenéticos, clínicos, cognitivos, neurofisiológicos y estructurales del consumo crónico de paco durante la adolescencia. 
Se destaca en el convenio que el consumo de esta droga no existe en Europa ni en Estados Unidos, por lo que la tarea de su investigación, prevención y tratamiento recae exclusivamente sobre la comunidad académica y científica de Argentina y el resto de Latinoamérica. 
Por otra parte, en el convenio se señala que en función de la creciente incidencia del consumo de paco, y su alto costo asociado para el sistema de salud, el desarrollo de herramientas diagnósticas y biomarcadores que puedan detectar de forma temprana y precisa estas patologías, constituye uno de los desafíos más importantes de las neurociencias, en particular en el área de la neurociencia cognitiva. 
La Fundación dirigida por Manes sostiene, a su vez, que el resultado de este trabajo no sólo tendrá un alcance nacional, sino que beneficiará a la comunidad internacional. “Además del aporte de investigadores extranjeros, se realizará un ciclo de conferencias internacionales a fin de abrir un espacio de divulgación y apropiación social de la ciencia, respecto a dicho impacto en la sociedad”. 
El trabajo empezará a desarrollarse ahora y demandará varios meses de investigación de campo y académica.
Fuente: Web Manes

jueves, 28 de junio de 2012

1891-26 de Junio-2012. 121º Aniversario del Nacimiento de la Unión Cívica Radical

"Se cumplen 121 años desde el nacimiento de la Unión Cívica Radical, y deben ser los jóvenes militantes radicales de hoy, con su mirada puesta en una lógica proyección hacia el futuro del partido, los encargados hacer un balance de lo ocurrido en estos 121 años, comprometerse a seguir siendo consecuentes con los principios fundacionales del Radicalismo, y a continuar con la lucha militante de todos los días, para lograr reafirmar los valores republicanos, afianzar la libertad y la trabajar por consolidar la igualdad."
Por el Prof. César Arrondo 
Foro de Historiadores de la Unión Cívica Radical.
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En el año 1886, Juárez Celman accede al gobierno, confirmando la plena vigencia de un sistema político basado en el fraude y la exclusión política de las mayorías. Será ante el desarrollo de una crisis económica mundial, la cual repercute fuertemente en nuestro país y la falta de una alternativa política al “unicato”, que un grupo de jóvenes de la ciudad de Buenos Aires, tomará la determinación de comenzar a reunirse y organizar un nuevo espacio político. Luego de muchas reuniones y discusiones, los jóvenes redactarán un documento, en el cual afirman que ha llegado la "Hora de la Juventud".
En el mismo, se destaca su compromiso a luchar por la vigencia de la autonomía municipal, la transparencia en los manejos de los recursos públicos y la vigencia de los derechos políticos de las grandes mayorías. Seguidamente los jóvenes convocarán a un mitin en el "Jardín Florida", el cual tendrá lugar en la ciudad de Buenos Aires, el día 1 de septiembre de1889. 
A esta demostración cívica asistirán una importante cantidad de ciudadanos. En este sentido, los cronistas de la época, hacen referencia a unas 3.000 personas. El mitin sirve para renovar el fervor patriótico y luchar para que la ciudadanía retorne a los valores éticos. Al mitin antes mencionado, asistirá como invitado especial, Leandro Alem, quien se convertirá en el líder natural del emergente movimiento. Cabe destacar, que en esa misma jornada política, quedará conformará la Unión Cívica de la Juventud. 
Será en año 1890, cuando tenga lugar un nuevo mitin político en la ciudad de Buenos Aires, esta vez, en el "Frontón de la Cancha de Pelota", donde la concurrencia se duplicará en referencia con el anterior acto. En esta oportunidad, ofrecerá un discurso Leandro Alem, y también hará uso de la palabra Bartolomé Mitre. Finalizado el mitin cívico, se realiza una procesión por las calles de la ciudad de Buenos Aires, y además, se reafirman los principios democráticos de la nueva formación política. 
Es el nacimiento de la "Unión Cívica". Pero si algo no desean hacer Juárez Celman, Roca y Pellegrini, era ceder a los pedidos de los militantes cívicos. En consecuencia, Leandro Alem afirma que ha llegado el momento utilizar la “vía revolucionaria” con el fin de terminar con este régimen que oprime a todos, y se comienza a preparar una "Revolución". Ante esta decisión política, se producen las primeras diferencias en el seno de la Unión Cívica, mientras que Alem con sus entusiastas seguidores, entre ellos, Del Valle, Bernardo de Irigoyen e Hipólito Yrigoyen avalarán esta idea de tomar el poder por las armas, con el propósito de devolvérselo al pueblo, Bartolomé Mitre no tiene ningún interés en participar de esta estrategia. En este sentido, se marcha de viaje a Europa, pero deja a sus hombres dentro del movimiento revolucionario, entre ellos, al general Campos. Estos se encargarán de traicionar la gesta revolucionaria del año 1890. 
Cuando Mitre retorna al país, directamente se reúne con Roca y Pellegrini, con quiénes ya había formalizado acuerdos antes de marcharse, con lo cual, la Unión Cívica entra en crisis y el desenlace es eminente. En tal sentido, la Unión Cívica no tiene más razón de ser, y tienen lugar los hechos de su lógica división. 
Los que seguirán a Mitre, se han reunido por separado de la mayoría de los cívicos, desconociendo el mandato de la Convención Nacional y aceptando el acuerdo que unos días antes habían concluido con Roca para impulsar la formula Mitre – Uriburu, los cuales además, hacen público el anuncio de la conformación de la Unión Cívica Nacional. 
Mientras que Leandro Alem convocó al Comité Nacional, el cual presidía. Dicha reunión que tuvo un día 26 de junio de 1891, en la calle Cangallo 536. Entre los presentes, se encontraban Martín Yrigoyen, del Valle, Hipólito Yrigoyen, Marcelo T de Alvear, Barroetaveña, quienes junto a un nutrido grupo de dirigentes y afiliados cívicos, ratificarán la línea principista del movimiento cívico y además, serán los gestores del nacimiento de un nuevo partido político: la Unión Cívica Radical. 
Luego de las deliberaciones, el Comité Nacional hizo público un manifiesto que había sido redactado el 26 de junio denominado: “A los pueblos de la República”, donde se hace mención a la separación de los acuerdistas. Así nace la Unión Cívica Radical, cuyos postulados básicos los encontraremos en sus primeros documentos, en los que queda muy en claro, que el radicalismo es un partido político que luchará por lograr establecer los derechos políticos de las grandes mayorías excluidas de la participación política, y que enarbola las banderas de "La causa de los desposeídos" de Leandro Alem y la idea de "La reparación" de Hipólito Yrigoyen, adoptando además, dos principios que marcaran su lucha por la consecución del sufragio libre: la abstención y la revolución. 
Se cumplen 121 años desde el nacimiento de la Unión Cívica Radical, y deben ser los jóvenes militantes radicales de hoy, con su mirada puesta en una lógica proyección hacia el futuro del partido, los encargados hacer un balance de lo ocurrido en estos 121 años, comprometerse a seguir siendo consecuentes con los principios fundacionales del Radicalismo, y a continuar con la lucha militante de todos los días, para lograr reafirmar los valores republicanos, afianzar la libertad y la trabajar por consolidar la igualdad.

lunes, 30 de abril de 2012

YPF: La Emoción y las Razones

Una situación problemática asegura su permanencia en el tiempo de dos maneras. La primera es si los encargados de resolverla tienen una actitud negadora frente al problema, y la otra es si la manera de enfrentarlo es basándose en diagnósticos equivocados.
En el caso de YPF los gobiernos de los Kirchner han incurrido en los dos tipos de errores posibles y esa evidencia impregna, como no puede ser de otra manera, la valoración de la iniciativa oficial. 
Por Jesús Rodríguez 
A continuación se presentan algunos aspectos que requieren ser considerados: 
Antecedentes 
1. La Argentina accedió al autoabastecimiento energético en 1988, en el Gobierno del Presidente Alfonsín, ochenta años después del descubrimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia. La cuestión energética es consustancial con el Radicalismo, de hecho YPF fue creada por el Presidente Yrigoyen en el año 1922 y sus primeros y fundamentales desarrollos fueron posibles por la gestión del General Mosconi, designado titular de la misma por el Presidente Alvear. 
2. La administración peronista del Presidente Menem inició la privatización en 1992 y el Estado vendió su último 20% de la compañía a Repsol en el año 1998 que, a su vez, compró al año siguiente el remanente de acciones cotizado en Bolsa. 
3. Con posterioridad al colapso del régimen de convertibilidad, la combinación de demanda creciente – exarcebada la mejora relativa de la actividad económica por precios subsidiados de los productos energéticos- y mermas en la producción doméstica de gas y petróleo -en el período 1998-2011 la producción de petróleo decayó un 32% y la de gas, por su parte, se redujo el 11% desde el año 2004- condujo a requerir, en el último año, importaciones por casi 10 mil millones de dólares llevando la balanza comercial energética a un registro negativo de alrededor de 3200 millones de dólares. Se espera, además, para este año importaciones superiores a los 12000 millones de dólares. 
4. Así, el autoabastecimiento energético que demandó ochenta años alcanzar dejó paso, algo más de dos décadas más tarde, a un estado de vulnerabilidad creciente en un insumo estratégico desde todo punto de vista. La Respuesta del Gobierno 
5. Pasada la elección de Octubre del año pasado, el Gobierno de la Presidente Kirchner anunció la puesta en práctica de un esquema de política económica que incluía la eliminación de subsidios y un tope del 18% en las negociaciones salariales. Estos criterios hoy abandonados, presentados bajo la idea de la “sintonía fina”, tenían el objetivo de atender los requerimientos de las cuentas externas y el sector público, que se habían transformado en deficitarios, y ya no eran más los “pilares del modelo” que tan intensamente pregonaba el discurso oficial. 
6. ¿Por qué no se habló más de la “sintonía fina” que, en rigor, era munición gruesa para el dispositivo de poder oficial? En primer lugar porque el Gobierno no se dispuso a afrontar los costos de decisiones que diluían su discurso “progre” –aumentos de tarifas, salarios por debajo del incremento de precios y, en consecuencia, menor ingreso disponible para cebar la bomba del consumo- y afectaban su base de sustentación social. 
7. En segundo término, porque la consideración social sobre el Gobierno se vio afectada por la tragedia del accidente ferroviario de Once, haciendo socialmente inviable los incrementos tarifarios, y por las derivaciones del “Caso Ciccone”, que desnudaba el tráfico de influencias desde el vértice del poder político y condicionaba el desempeño de la clara mayoría legislativa obtenida en la última elección. En efecto, el primer trimestre del año la confianza en el Gobierno, afectada también por un contexto de amesetamiento de la actividad económica con inflación de dos dígitos, se había reducido en un 30%, según el estudio sistemático que desde hace 10 años realiza la UTDT. 
8. Ante este panorama, el Gobierno decide evitar correr riesgos políticos derivados de la puja distributiva, desentendiéndose así de enfrentar las exigencias de un esquema económico que alcanzó sus límites. Para ello repite la estrategia del año 2008, en ocasión de la crisis política originada en las retenciones móviles a la exportación de productos agropecuarios, cuando sorpresivamente propuso la estatización de Aerolíneas Argentina. En esta ocasión lo hace propiciando una iniciativa, la expropiación del 51% del patrimonio de YPF, que moviliza sensibilidades históricas y es capaz de conseguir simpatía social y amplio apoyo parlamentario. 
9. En el corregido discurso oficial se retoma el fraseo tradicional del “relato” para el objetivo de profundizar el modelo. Ahora, mediante la recuperación de la soberanía energética que desplaza la sintonía fina, dos objetivos y políticas que, además de contradictorias, están ausentes en la Plataforma electoral del oficialismo en la última elección. 
10. A partir de la iniciativa oficial se impone una pregunta crucial: ¿La expropiación de YPF asegura el autoabastecimiento energético, a través de incrementos en la producción de gas natural y petróleo, que – según el Proyecto del Poder Ejecutivo- es de interés público y objetivo prioritario de la República Argentina? 
11. La respuesta es obvia: si no hay un cambio en la política energética que llevó adelante el gobierno de los Kirchner no hay ninguna razón para esperar el cumplimiento del objetivo del autoabastecimiento. 
12. Ello es así no solo porque YPF es una porción, hoy reducida, de la actividad de exploración, producción y refinación del mercado de petróleo y derivados. En efecto, YPF hoy produce apenas un tercio del petróleo que se explota en la Argentina y apenas un 25% del gas natural. 
13. La verdadera causal de disminución en la producción de gas natural y petróleo es la merma de las reservas comprobadas de hidrocarburos que, por su parte, está relacionada con la caída de de la inversión exploratoria y que, por otro lado, alcanza a todo el conjunto empresario que desarrolla la actividad. El año pasado la caída en la producción, para el conjunto de empresas que representan el 90 % de la oferta de petróleo y gas, cayó un 6% en el caso del petróleo y casi un 4% en el caso del gas natural. 
14. Un indicador claro de la menor actividad generalizada en el sector es que, mientras en la década de los ochenta los pozos en exploración fueron en promedio 103, en la década pasada se redujeron a 41 pozos promedio y solo fueron 68 el año anterior. La razón de la caída no hay que buscarla en motivos geológicos ni en la composición accionaria de YPF sino que, por el contrario, reside en las definiciones de la política sectorial. 
15. Una consecuencia fatal de la política energética es que dejó de aportar al saldo favorable de la balanza comercial. En efecto, como consecuencia de un proceso gradual de creciente necesidades de importación, el año pasado el saldo negativo de la balanza comercial energética fue de 3200 millones de dólares y se espera que este año sea equivalente al saldo comercial favorable del resto del comercio internacional de la Argentina. 
16. Es imposible pensar en mayores y auténticas inversiones de riesgo en el sector mientras se mantenga vigente una política que, por ejemplo, estimula la importación de gas. Hoy en nuestro país se paga el gas en la frontera con Bolivia casi cuatro veces más, y el que se compra con contratos nada transparentes en barcos regasificadores seis veces más, que el precio con el cual se remunera en nuestro territorio a los productores locales, sean éstos una empresa nacional, extranjera o estatal. 
17. Este verdadero despropósito no admite justificación de ningún tipo, tampoco argumentos de redistribución de ingresos, ya que los subsidios de más de 42000 millones de pesos que el año pasado requirió el sector energético – 20 veces más que en el año 2005- no alcanzan a casi la mitad de la población que, según el Censo del año 2010, no acceden al gas por red domiciliaria sino que están obligados a consumir, y a pagar precios a valores internacionales, gas en garrafas. 
18. Un aspecto institucional central para entender el problema, y que relativiza la importancia de la composición accionaria de YPF, es que la Constitución Nacional prescribe que son las Provincias las titulares del dominio sobre los hidrocarburos. 
19. En uso de sus competencias, en años recientes, algunas provincias decidieron licitar y adjudicar 166 áreas para la exploración petrolera. Este hecho, que podría valorarse como promisorio, empalidece cuando se sabe que la exploración de más de la mitad de las áreas fueron adjudicadas a empresarios amigos del poder sin experiencia en la actividad. Por caso, en la Provincia de Santa Cruz, se licitaron y adjudicaron 14 bloques de exploración y explotación que cubren 7,2 millones de hectáreas, quedando descalificados, como oferentes, importantes y experimentadas empresas como YPF, Petrobras, Tecpetrol, Pluspetrol y otras. 
20. Así, la política energética de los gobiernos peronistas dilapidó el logro histórico del autoabastecimiento energético que, trabajosamente a lo largo de ochenta años, finalmente se consiguió en el gobierno del Presidente Alfonsín. Para ello promovieron con Menem la privatización de YPF – contrariamente a lo hecho por otros países productores como Brasil y México- , y luego -con los Kirchner- a través de una política sectorial que desalentó el desarrollo de la producción local, consumió divisas, exigió recursos públicos crecientes para una política de subsidios regresiva y favoreció el florecimiento del capitalismo de amigos. 
21. ¿Habrá algún otro caso en la historia contemporánea donde la política pública de un partido en el gobierno, tan equivocada y nociva para los intereses nacionales como la energética – que además conspira contra las aspiraciones de las mayorías sociales-, pueda usarse como excusa y aspire a convertirse en la justificación de otra que tampoco esté a la altura de los desafíos que la época nos impone? Difícil saberlo. En cualquier caso el futuro inmediato depende, en última instancia, de lo que hagamos los que no compartimos el populismo político y el facilismo económico característico del justicialismo. La Posición del Radicalismo 
22. El Radicalismo se opuso a la privatización de YPF y Gas del Estado en el Gobierno Justicialista de Menem, y no solo por el escándalo que significó la presencia de falsos diputados para aprobar leyes. También se diferenció cuando la venta de acciones sirvió para dar aire fiscal a un régimen de convertibilidad agonizante. 
23. En el pasado reciente alentó la búsqueda de coincidencias para afrontar la crisis, que el gobierno se empecinaba en negar, y sus expertos contribuyeron a crear el foro de los ex secretarios de energía de gobiernos democráticos suscribiendo una propuesta suprapartidaria dotada de solvencia técnica y viabilidad política. Estas iniciativas fueron acompañadas por actividades institucionales del Comité Nacional partidario, a través de seminarios temáticos, que fueron torpemente descalificadas por los funcionarios peronistas del área. 
24. En línea con estas acciones, en la última elección presidencial la Plataforma de la UCR sostuvo los siguientes puntos sustanciales en el área energética: - Realizar auditorías integrales e independientes de concesiones de explotación y permisos de exploración. - Promover una nueva ley de hidrocarburos que incluyera la creación de una Agencia Nacional de Petróleo, Gas y Biocombustible. - Retirar las áreas off-shore de la jurisdicción de Enarsa y licitar a través de una modalidad de contratos de asociación similar al llamado Plan Houston. - Realizar una auditoría integral de los contratos de importación de combustibles. 
25. El posicionamiento del Radicalismo, definido luego de una discusión conjunta de los Bloques Legislativos y las autoridades del Comité Nacional, se distingue por la coherencia y la responsabilidad política. 
26. La UCR rechazó en el Congreso el DNU del Poder Ejecutivo que dispuso la intervención de YPF, llevada a cabo con procedimientos que ni el Gobierno del Presidente Chávez practica, porque hubiera correspondido una intervención judicial que otorgara dicha facultad de intervención. Otra razón adicional al rechazo del Radicalismo es la designación del interventor, precisamente el principal responsable de la política que llevó a la pérdida del autoabastecimiento energético. 
27. En el Dictamen que votó la UCR, además de proponer la realización de auditorias de las concesiones, se propicia el control de la AGN negado explícitamente en el proyecto oficial –repitiendo textual el párrafo respectivo de la ley de privatizaciones del Presidente Menem- y se postula la creación de una Agencia Federal de Hidrocarburos replicando el modelo organizacional de la República de Brasil. Más importante, se rechaza la expropiación y se promueve una compra consensuada del 51% de las acciones, valuación mediante con control parlamentario, de los dos grupos privados accionistas de la compañía de manera proporcional. 
28. El Radicalismo tuvo un solo voto afirmativo al proyecto oficial: el que declara de interés público y como objetivo prioritario el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos y consiguió incorporar en el texto, porque estaba ausente en la iniciativa oficialista, la actividad de exploración a las de explotación e industrialización. La Polémica. 
29. Los cuestionamientos a la decisión institucional de la UCR se centraron en que su actitud diluía su papel de oposición a un Gobierno que, en nuestra caracterización, aísla a la Argentina con una política exterior errática y carente de profesionalismo, desaprovecha una coyuntura internacional histórica excepcional al consolidar una estructura productiva que no permite resolver las flagrantes desigualdades sociales y regionales; atropella las instituciones republicanas mediante la concentración de poder presidencial y el desapego a la ley; y escandaliza a los ciudadanos con las conductas impropias de funcionarios y cargos electivos de máxima responsabilidad. 
30. En términos de acción política, el poder -para este gobierno- es una colina estratégica a conquistar que exige, siempre, la derrota del oponente. La lógica binaria del poder ejercitada desde el Gobierno, que estigmatiza a quien piensa distinto, es una versión de este siglo del viejo movimientismo, tan característico de muchos países de América Latina. El movimientismo identifica como enemigos, sean éstos intelectuales, una fuerza política o un periodista, a quienes no forman parte de su proyecto. 
31. Esa lógica del blanco y negro -tan nociva para la salud de la democracia representativa- requiere, para ser eficaz, de aceptación social. Exige que los otros protagonistas de la vida social – partidos, sindicatos, medios de comunicación social, organizaciones empresarias y de la sociedad civil- las validen con su accionar. En otros términos, es condición para su desarrollo que todos crean que las actitudes sean, en todo momento y circunstancia, a todo o nada. 
32. Esa dialéctica del cero o el infinito es una rémora de los largos años de dictaduras y autoritarismos que recorren nuestra historia. Esa situación, junto con la debilidad del sistema político de nuestro país, es lo que permite entender cómo una posición de firme oposición y coherencia política puede ser confundida con complacencia. 
33. En nuestra concepción, el poder es una construcción social – de ninguna manera una conquista que exige la derrota inexcusable del otro- para producir transformaciones. Por eso es imprescindible que nuestra acción política señale y advierta la necesidad de promover un cambio en nuestra cultura política. 
34. Creer en la imposibilidad del cambio de nuestras conductas políticas, con el argumento de que constituye una raíz cultural, es una concepción profundamente conservadora. La acción política, precisamente, se caracteriza por su potencialidad para modificar pautas culturales y esa sí que es una creencia hondamente progresista. 
35. Del mismo modo nuestra acción política debe enfatizar en la necesidad de reconstrucción del sistema de partidos en la Argentina porque ese es el mejor antídoto frente a los populismos. El populismo, hoy presente en la Argentina como en otros países de América Latina, tiene antecedentes. En los años cuarenta con un discurso nacionalista, en los noventa con impronta neoliberal y ahora en versión progresista. Pero siempre populismo por su exaltación de la relación directa del líder con las masas, por sus tonos fundacionales al cuestionar el pasado, al que responsabiliza de las frustraciones presentes. El rasgo distintivo del populismo es la subestimación de la democracia de partidos y el descreimiento en la democracia representativa. 
36. Otro imperativo de nuestra acción política es denunciar la carencia de visión estratégica que distingue el facilismo económico de las administraciones populistas. Sus decisiones, por lo general arbitrarias y discrecionales, responden a la lógica de disponer de recursos de poder – económicos, institucionales o políticos- procurando estar en sintonía con amplios sectores de la opinión pública. Corto plazo, recursos en sentido amplio y opinión pública, así fue en la década del noventa y así es ahora para favorecer, hoy como ayer, a los empresarios cercanos al poder de turno. 
37. Desde esta aproximación la decisión institucional del Radicalismo es acertada porque cuestionó la lógica del todo o nada que esteriliza la acción política y la reduce a la oposición "in totum" sin alternativa ni propuestas; porque su posicionamiento fue resultado de una decisión institucional poniendo en valor la vigencia de los partidos políticos; porque impugnó severamente el facilismo económico del populismo político que, en los últimos veinte años privatizó, luego argentinizó y ahora expropia la mayoría accionaria de YPF, dilapidó el autobastecimiento energético.

jueves, 11 de agosto de 2011

EL FRACASO DE LAS PRIMARIAS DEL 14 DE AGOSTO

Desde algunos sectores se dice que las “Primarias” fracasaron por culpa del Gobierno, pero desde nuestro punto de vista fracasaron producto de la anomia que rige nuestro país desde hace muchos años y por culpas concurrentes de ambas partes, tanto del oficialismo como la oposición.

Por: Dr. Diego Armesto

En este sentido, es evidente que se han cumplido los plazos para la presentación de alianzas (14/06/2011), y el termino para presentación de precandidatos de cada una de esas alianzas (25/06/2011) fue cumplido correctamente. Empero podemos aseverar que la norma, cuya eficacia se sustentaba como el instrumento que debería oxigenar la vida política de los partidos para presentar distintas ofertas electorales a los ciudadanos en cada una de las categorías y con precandidatos que pudieran reflejar las distintas propuestas e ideas, no pudo cumplirse, ya que la idea central que primó en la actualidad es la de “Candidatos Únicos” y que los resultados del 14 de agosto sirvan como una gran encuesta nacional, que permitan vigorizar quienes pueden luchar “el voto útil” para llegar a una segunda vuelta, posterior al 23 de octubre.

Muchos dirigentes, militantes y afiliados de distintos partidos políticos vieron cercenado su derecho a participar de las “Primarias abiertas simultaneas y obligatorias”, es decir de “elegir y ser elegidos”, de esta manera los partidos han frustrado la vigencia de la Ley 26.571 y en la Provincia de Buenos Aires la Ley14.086, como ya se había malogrado –posteriormente a la crisis del 2001- la ley 25.611 de internas abiertas y simultáneas, ley que nunca llego a aplicarse.

Creemos y bregamos por la plena aplicación de este sistema, consideramos que las PASO tienen ventajas como bien señala Spota (1), por cuanto: sirven para revitalizar la vida política de los ciudadanos, ya que quienes eligen sean afiliados o independientes puedan concurrir a las urnas y elegir entre candidatos que son de su preferencia, y que no son impuestos por corporaciones, centro de poder o las mesas chicas de los partidos.

La aplicación plena de las PASO, es decir, permitir que los afiliados, las distintas líneas internas, puedan participar, mostrar sus candidatos, sus propuestas, no candidaturas únicas, servirían para mantener en pleno funcionamiento la vida partidaria, de esta manera sería necesario ofrecer a la sociedad precandidatos con atracción, con propuestas, y valores para la sociedad en su conjunto.

La candidatura única y no permitir la aplicación plena de las PASO, tiene un condimento psicológico, porque como bien dijimos ut supra quien se posicione en el segundo lugar (el 14 de agosto), es quien puede atraer el “voto útil”, para llegar a una segunda vuelta en octubre, sin pensar en propuestas, ideas y valores, y una vez más los partidos o las alianzas electorales transitorias miran para otro lado, sin entender que la sociedad reclama actitudes responsables y principalmente cumplir con la Ley.

Todos tienen derechos a “elegir y ser elegidos” y este sistema permitirá en el tiempo una mejor selección de precandidaturas, ya que de esa manera se presentarán a la sociedad los mejores candidatos.

Como dijimos oportunamente “la sanción de la ley 26.571 será una nueva prueba para la dirigencia política y un desafío para los partidos políticos de cara al 2011 (2)”, seguramente deberemos esperar un nuevo turno electoral y madurar la necesidad de mejorar los mecanismos de selección de candidatos.

[1] Conf. SPOTA, Alberto Antonio, “Elecciones primarias
abiertas obligatorias y simultaneas”, LA LEY 1990-D, 744
[2] Conf. ARMESTO, Diego Hernán, “Internas abiertas,
participación ciudadana y la potestad de los afiliados
en la vida de los partidos”, LA LEY 2010-A, 1199

jueves, 31 de marzo de 2011

ALFONSÍN

Es por todo esto que si alguna vez fuimos capaces de decir que “Nosotros somos la causa de los desposeídos” que pregonó el Tribuno del Pueblo, Leandro N. Alem; si fuimos capaces de decir “Nosotros somos la causa del pueblo contra el régimen falaz y descreído” que pregonó Hipólito Yrigoyen; si fuimos capaces de decir que “Nosotros somos la doctrina social” junto a Moisés Lebensöhn y Crisólogo Larralde; si fuimos capaces de decir “Nosotros somos la austeridad republicana y la moral” que pregonaron Ricardo Balbín y Arturo Illia; ahora debemos dar otro paso, es necesario crecer, enjugar las lágrimas y juntar coraje para poder decir ”Nosotros somos la vida, Nosotros somos la paz, Nosotros somos la democracia recuperada” con Raúl Alfonsín, y entonces tomar su bandera y seguir adelante. Para toda la vida.


Por: Federico Storani.


Alguna vez algún amigo señaló con precisión que nuestra generación se inició en la militancia política bajo un gran trauma y bajo una gran frustración.

El trauma fue la fractura que sufrió la Unión Cívica Radical en el año 1958 cuando un sector del partido acompañó al frondicismo que había llegado al poder con el respaldo del peronismo, mientras que la mayor parte del tronco partidario permaneció en la Unión Cívica Radical del Pueblo.

La frustración fue la caída del gobierno de Arturo Illia en junio de 1966 quien, luego de liderar un gobierno valiente en la defensa del interés y el patrimonio nacional, eficiente en el manejo de la cosa pública y austero en la administración, debió dejar la Casa de Gobierno acompañado solo por un puñado de militantes y amigos ante la indiferencia de aquellos sectores para los que había gobernado en su favor con coraje y decisión.

Aunque su aparición a la consideración pública fue muy posterior allí comenzó el tiempo de Raúl Alfonsín.

Nuestra primera adhesión a su figura se vinculó con la militancia que Alfonsín desarrolló con vigor durante la dictadura de Juan Carlos Onganía a pesar del aparato represivo que montó el onganiato instalado en 1966, un régimen que estaba impregnado de un fuerte contenido corporativista y antipolítico.

Su permanente preocupación por reorganizar el Radicalismo, por mantener activas las relaciones con las otras fuerzas políticas en la lucha antidictatorial y por la suerte de los innumerables presos políticos y víctimas de la dictadura de Onganía transformaron a Alfonsín rápidamente en uno de los máximos referentes del progresismo partidario.

Conciente de la necesidad de la unidad en la acción, solo cuando advirtió la inminencia de la salida democrática se entregó a articular a lo largo y a lo ancho del país a la constelación de grupos militantes que confluyeron en el Teatro Real de Rosario en 1972 para fundar el Movimiento de Renovación y Cambio.

Los violentos años 70 lo encontraron buscando su propio camino, desarrollando las ideas humanistas, profundizando la relación con la Internacional Socialista y reafirmando la tradicional adhesión del Radicalismo al ideario latinoamericano de autodeterminación de los pueblos.

Su rechazo terminante a la lucha armada en tiempos en que ésta se había transformado en un irresistible canto de sirenas lo convirtieron en un claro referente para la juventud dentro y fuera del partido.

Tres meses antes del golpe militar de 1976, Alfonsín fundó la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la primera organización que denunció la violencia de la Triple A primero y de la dictadura después.

Advirtió con desesperación que era temerario abonar la idea de “agudizar las contradicciones” para provocar la caída del gobierno constitucional a solo 9 meses de las elecciones de 1976. Sabía, cuando casi nadie lo sabía, que en esa oportunidad la oligarquía y el antipueblo irían por todo.

Cuando la dictadura comenzaba a desfallecer ante las primeras movilizaciones y expresiones públicas de rechazo popular al gobierno militar, señaló con precisión que la recuperación temporaria de las Islas Malvinas era solo un engaño que buscaba la perpetuidad del régimen. El regreso de los jóvenes de Malvinas demostró la ignominia con que los ultrajaron los jerarcas de la dictadura, aun hoy muchos deberían expresar su arrepentimiento por haberse sumado alegremente a aquella irresponsable aventura.

Tampoco le faltó coraje para denunciar el pacto sindical militar que aseguraba impunidad para los militares asesinos y para los burócratas sindicales cómplices, que consintieron la orgía militar y la entrega neoliberal durante la dictadura.

Cuando finalmente se concretó la apertura y la convocatoria de 1983 una clara mayoría entendió que solo Raúl Alfonsín podía liderar la transición hacia la consolidación de la democracia.

Porque aun bajo la asfixia que impuso el aparato represivo de la dictadura, Alfonsín jamás abandonó una de las mas viejas y mejores costumbres de los dirigentes del Radicalismo: la de recorrer incesantemente “los caminos polvorientos de la patria” para llegar allí hasta donde hubiera un amigo o un militante que necesitara una palabra de aliento, algún dirigente a quien defender de la persecución, algún joven a quien sumar a la causa al mismo tiempo que se lo alejaba de otras tentaciones…

Fue así como se transformó en el tenaz jefe de lo que inicialmente fue una heterogénea minoría progresista dentro del Radicalismo que luego se consolidó hasta lograr una mayoría que no solo lo catapultó al poder luego de la retirada de la dictadura militar, sino que además cumplió el objetivo de definir para siempre el perfil ideológico del Radicalismo moderno.

Y fue un hombre del partido, siempre. Aquí es preciso establecer una aclaración fundamental que tiene una ineludible vinculación con el presente. Existe una considerable diferencia entre ser un movimiento y ser un partido. El partido se asume estructuralmente a sí mismo como parcialidad, como entidad representativa de solo una parcela del cuerpo social, en el contexto de un ordenamiento pluralista donde una multitud de sectores tienen una multiplicidad de instancias representativas. Ser partido, en este sentido, implica aceptar la diversidad y el disenso.

Ganó entonces en la UCR para luego ganar la presidencia en campañas inolvidables, bañado en multitudes, recuperando la herramienta esencial de la política: la palabra. Fue cuando recitamos a voz en cuello junto a él y junto a miles de argentinos el mandato fundacional del preámbulo de la Constitución Nacional.

Logró, luego de la recuperación democrática en diciembre de 1983, el verdadero milagro histórico de la conciliación nacional durante una buena parte de ésta, la etapa democrática más extensa de nuestra historia.

La división del país en mitades absolutamente antagónicas, carentes de denominadores comunes e irreconciliables entre sí, había sido hasta entonces la más persistente de las constantes históricas argentinas. Peronistas y antiperonistas habían sido hasta diciembre de 1983 la última expresión de esa dicotomía que mantenía al País en un estado de parálisis permanente cuando no de guerra civil permanente, aunque ésta no se expresara por medio de las armas.

Confrontó hasta el final con las corporaciones porque en ello iba la esencia democrática que tanto había costado conseguir.

En su primer acto de Gobierno creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas encabezada por Ernesto Sábato. Y entonces el informe estremecedor de la Conadep se transformó en el Nunca Más, que será Nunca Más y para siempre.

Años mas tarde, en ridícula pretensión, el kirchnerismo le incorporó un nuevo prólogo pese a ser un documento público histórico, traducido a muchísimos idiomas y de extraordinaria circulación. Los kirchneristas redactaron un nuevo texto que apuntaba a no justificar los crímenes de lesa humanidad con la acción de los grupos guerrilleros. Volvieron a abonar sobre la teoría de los dos demonios. La actitud indignó a Alfonsín y a quienes participaron en la Conadep.

El discurso de Kirchner en la ESMA, cuando éste pidió disculpas en nombre del Estado porque durante tanto tiempo no se había hecho nada en materia de Derechos Humanos fue otro exabrupto de un hombre de quien no se conoce ningún gesto de arrojo o valentía en defensa de la dignidad del hombre durante el horror de la dictadura.

Solo se supo de él que durante los años de plomo se dedicó intensamente a la tarea de exacción de bienes de las víctimas de la circular 1050 dictada por el Banco Central de la República Argentina durante la gestión económica de José Alfredo Martínez de Hoz, primer Ministro en el área de la dictadura militar.

Alfonsín no hizo ninguna declaración, Kirchner lo llamó por teléfono para disculparse por la grosería, pero no se conoció demasiado de esa cuasi retractación a la que Alfonsín no le otorgó ninguna trascendencia.

Volviendo a sus años de Gobierno es preciso recordar como lidió Alfonsín con la Iglesia Católica en el Congreso Pedagógico en el que, a pesar de la mayor organización y militancia de los núcleos conservadores, logró salir airoso. También Alfonsín primó sobre el oscurantismo católico cuando promovió y logró la sanción de la Ley de Divorcio, un paso enorme en la secularización y modernización de la sociedad civil.

Y hasta discutió de cuerpo presente con los que lo rebatían, como cuando se encaramó a un púlpito para refutar a un cura o cuando le retrucó al poderoso Ronald Reagan en su cara y en el corazón del imperio.

En el fatal año ’87 las corporaciones económicas le torcieron el brazo: no había podido vencerlas. Los “capitanes de la industria” habían decidido ir por todo, como siempre, en compañía de la rancia cúpula de la CGT que, convocada para concretar el Pacto Social que necesitaban los argentinos, solo se interesó por ocupar un sillón en el Ministerio de Trabajo. Fue un retroceso a pura pérdida: pérdida de capital simbólico sin compensación pragmática alguna.

En la Semana Santa del 87 un oscuro e insondable acuerdo entre golpistas y algunos opositores motorizó la conspiración en contra de su gobierno. Una movilización masiva, con decenas de miles de espontáneos, se vio defraudada por la salida que se halló.

Fue demasiado injusto, el único hombre capaz de llegar tan lejos en la búsqueda de la verdad y la justicia no merecía semejante reprobación y rechazo luego de aquellos días. El partido Justicialista, la otra pata del sistema bipartidista de la Argentina de esos años, había reconocido públicamente durante la campaña electoral de 1983 que la ley de autoamnistía de los militares de la dictadura no sería derogada si Ítalo Argentino Lúder resultaba electo presidente.

En esa Semana Santa, Alfonsín tenía a toda la sociedad de su lado pero eligió evitar un mal mayor, se juramentó salvar al sistema por más duro que fuera el costo que tuviera que pagar. No fue precisamente ésa la lectura preponderante de los argentinos en aquel momento que solo pareció comprender parte de lo sucedido mucho tiempo después.

La economía se descontroló, la inflación se hizo galopante. El poder corporativo se hizo presente e impuso un durísimo límite. Límite con el que también chocarían los que sacaron provecho político de aquella coyuntura.

La ola neoliberal arrasó con la última etapa del gobierno de Alfonsín. Y también con el peronismo renovador, ese que pretendió hacerse cargo de su innovación republicana, era su victoria pero le restaba originalidad.

También Saúl Ubaldini empujó al gobierno ocupando masivamente las calles hasta que mas tarde dejó de ocuparlas definitivamente vaya uno a saber por qué.

Aquella tarde en la que comunicó y explicó porque dejaríamos el gobierno con anticipación quizás no logró convencernos, pero aun hoy siento en el cuerpo el caluroso abrazo con que me despidió de Olivos. Solo mucho tiempo después logré comprender algunos de aquellos argumentos y alcanzar la sensación del deber cumplido.

No podríamos recordar a Alfonsín sin recordar a tantos que lo acompañaron. Sé muy bien que puedo ser injusto, sé también que, como dice el poeta, “la verdad de la memoria choca con la memoria de la verdad”, pero recordar a Alfonsín es recordar a Arturo Illia, a Sergio Karakachoff, a Mario Amaya, a Máximo Mena, a Germán López, a Bernardo Grinspun, a Alejandro Armendáriz, a Conrado Storani… y es entonces escuchar y proteger a Florentina Gómez Miranda, a Hipólito Solari Yrigoyen.

Alfonsín se afilió al radicalismo a los 18 años y militó hasta el último instante, inclaudicable. Y no solo fue un dirigente del más alto rango, presidente ungido por clamor popular, Alfonsín fue un batallador incansable en el llano o en la cima, signado por la vocación política que determinó su existencia. Hasta que debió atravesar con entereza su enfermedad para morir en la casa donde siempre vivió.

Estas referencias, que son comunes a todos los hombres y mujeres del partido que los radicales guardamos en el corazón, son elogios inconmensurables si tenemos en cuenta la escala de valores del presente.

A mí, a nosotros, a los políticos democráticos de raza, aun aquellos con los que se disiente, siempre nos resultarán mejores aquellos hombres que esta nueva trouppe mediática integrada por deportistas fracasados, nuevos ricos, hijos de empresarios nuevos ricos o artistas de varieté; esos integrantes de la farándula vernácula que se aproximan con desparpajo reconociendo sin tapujos su falta de pertenencia, de conocimientos y de compromiso, y abonando el terreno de la antipolítica en pos de algunos votos, reconociendo que no saben para que están o si asumirán el cargo para el que se proponen, lanzándose a la aventura incluso a veces con buena fortuna.

Al Kirchnerismo no le gustó en lo mas mínimo cuando, de manera visible y espontánea, las exequias de Raúl Alfonsín se constituyeron en un fenómeno social que la política no debería despreciar.

Hoy no existe ningún dirigente que esté en condiciones de reunir a semejantes multitudes a cambio de nada, ni siquiera de un discurso, no existe ningún dirigente capaz de congregar a una multitud que permaneció dos días bajo la lluvia solo para ofrendar un último adiós, una multitud que solo estaba allí para intentar sacarse de encima la inmensa tristeza que les provocó el duelo.

Es que vastos sectores sociales percibieron a grandes trazos la enorme distancia que existe entre lo que se perdió y lo que perdura. Y fueron a despedir a Alfonsín tomando partido.

Es por todo esto que si alguna vez fuimos capaces de decir que “Nosotros somos la causa de los desposeídos” que pregonó el Tribuno del Pueblo, Leandro N. Alem; si fuimos capaces de decir “Nosotros somos la causa del pueblo contra el régimen falaz y descreído” que pregonó Hipólito Yrigoyen; si fuimos capaces de decir que “Nosotros somos la doctrina social” junto a Moisés Lebensöhn y Crisólogo Larralde; si fuimos capaces de decir “Nosotros somos la austeridad republicana y la moral” que pregonaron Ricardo Balbín y Arturo Illia; ahora debemos dar otro paso, es necesario crecer, enjugar las lágrimas y juntar coraje para poder decir ”Nosotros somos la vida, Nosotros somos la paz, Nosotros somos la democracia recuperada” con Raúl Alfonsín, y entonces tomar su bandera y seguir adelante. Para toda la vida.

viernes, 4 de marzo de 2011

Soy Ernesto Sanz


El discurso que anoche pronunció Ernesto Sanz estuvo repleto de ideas y conceptos. Fue casi una plataforma de gobierno. Eso no le impidió castigar muy duro a la presidenta Cristina Fernández y a Hugo Moyano a quienes considera sus principales rivales y de diferenciarse claramente de Ricardo Alfonsín su adversario interno.

Por Alfredo Leuco

Sobre la jefa de estado fue respetuoso pero contundente: “Este gobierno ya no da para mas. Ha llegado el momento de que el pueblo argentino, con toda serenidad, pero con firmeza diga en las urnas: gracias y adiós señora Kirchner.

”Pero eso no fue todo. Acusó al kirchnerismo de haber financiado su campaña electoral con dinero sucio y remató : “ su gobierno, señora Presidente no tiene autoridad moral para hablar de seguridad”.

Muchos de los que tienen su corazoncito radical se preguntan como va a hacer ese partido si gana las elecciones para no dejarse atropellar por el sindicalismo. En sus pesadillas ven a Hugo Moyano y se acuerdan de Saúl Ubaldini y los 14 paros nacionales contra Raúl Alfonsín. Sanz viene prometiendo crear una CONADEP de la corrupción que investigue a los funcionarios que se enriquecieron ilícitamente y a los sindicalistas millonarios.

Dice que habrá juicio, castigo y condena para ellos: “Me importan mas los derechos de los trabajadores que los intereses de los dirigentes”. Dijo que será sensible con los más débiles pero será firme en la aplicación de la ley para garantizar un orden democrático. Y volvió a criticar a Cristina donde mas le duele: “este gobierno cumple la ley si le conviene, es indulgente con sus amigos e intolerante con sus enemigos.

”Cada vez que terminaba con una propuesta, como un latiguillo el senador mendocino decía: “Yo lo voy a hacer, ellos ni lo han hecho ni lo harán”. Como en el judo y para convertir una debilidad en fortaleza, el acto, comenzó con el candidato diciendo: “Buenas tardes, soy Ernesto Sanz y quiero ser presidente de la República”.

Levantó la mayor ovación de la noche cuando se refirió a la justicia social y la redistribución de la riqueza. Y lo hizo con datos duros. “Durante el kirchnerismo el gasto público se multiplicó 6 veces. ¿La gente vive 6 veces mejor en Argentina? , se preguntó. Los únicos que multiplicaron por 6 sus ganancias fueron los amigos del poder”.
En todos los gestos, con respeto, sin chicanas pero con palabras filosas, aparecieron las diferencias que Sanz quiere marcar con Ricardo Alfonsín. “Yo solo me llamo Sanz. Tengo un pasado pero no me alimento de él. Yrigoyen, Perón, Alfonsín y Kirchner ya no están. Recordarlos y respetarlos es una actitud inteligente, pero pedirles que nos señalen el camino del futuro es demasiado. Yo no voy a pedir el voto de la nostalgia, sino el de la esperanza.”En el escenario lo acompañaron concejales e intendentes de todo el país menores de 45 años.

El mensaje que se quiso transmitir fue clarito: hay un nuevo radicalismo que sabe gobernar. Ernesto Sanz es abogado y fue docente, tiene 55 años y ya fue presidente de su partido, jefe del bloque de senadores nacionales, miembro del Consejo de la Magistratura e intendente de San Rafael, su lugar en el mundo. El cierre fue vibrante y casi a los gritos, como arengando para construir una Argentina “mas fuerte, mas libre y mas igualitaria. Lo queremos hacer, lo sabemos hacer, lo vamos a hacer”. Al final se abrazó con la Cristina que ama, su esposa y con sus dos hijos.

Hasta ahora el radicalismo tiene dos candidatos distintos. Ricardo Alfonsín más caudillo y gran orador de barricada se propone como un líder y Ernesto Sanz, más cerca del pensamiento que de la emoción, menos carismático pero mas ejecutivo se propone como estadista. Anoche la vida política de Ernesto Sanz pegó un salto cualitativo. Es imposible saber si va a ser presidente de la Nación en octubre o más adelante o nunca. Pero empezó a soñar en grande. Propone una renovación y un cambio para la Argentina. Como Raúl Alfonsín. Sin su apellido, pero con su mística.

Fuente: Continental

domingo, 13 de febrero de 2011

Garantizar los beneficios de la libertad


“La pobreza no genera mecánicamente violencia, lo que sí la genera es el empobrecimiento moral, el debilitamiento institucional, la cultura de corrupción y la polarización político-social.”

Por Ernesto Sanz

Mientras realizaba una entrevista para el Diario Perfil, que se publicará mañana domingo (13-02-2011), recordé otro articulo del diario “La Nación”, donde buena parte de los candidatos a presidente fueron invitados a exponer su visión respecto de la inseguridad en nuestro país. Me llamó la atención que la mayoría de las respuestas a la pregunta “¿Cuáles cree que son las causas de los altos índice de delitos?”, tenían como hilo conductor a la pobreza y la exclusión. Decía Macri: “Las causas derivan de una realidad compleja, que abarca tanto situaciones socioeconómicas negativas, como la desocupación, la pobreza, la marginación, la falta de educación o de atención sanitaria, hasta un uso cada vez más extendido de drogas ilegales y alcohol.”Yo no comparto esa opinión. Por el contrario, creo que aquellos que menos tienen son también víctimas de la inseguridad en un doble sentido. Por un lado, porque sufren la inseguridad cotidiana como cualquier otro ciudadano. He conocido varias familias que siempre tienen que dejar alguien que cuide su casa para poder ir a trabajar. De lo contrario, sus viviendas son vaciadas. En segundo lugar, están aterrorizadas porque sus hijos son la “mano de obra barata” de organizaciones criminales. Pero sus hijos no son la causa de la inseguridad. Plantearlo de esa manera implica igualar pobreza a delincuencia, un estigmatización digna de la peor de las discriminaciones que atenta con la democracia. Repito lo que dije en mi respuesta a La Nación: “La inseguridad en la Argentina es producto de la economía del delito. Esta economía se desarrolla en la clandestinidad, desde el narcotráfico, los desarmaderos de autos y los mercados de artículos robados hasta los medicamentos adulterados, las valijas llenas de dinero y las coimas. La economía del delito requiere de la complicidad del poder del Estado, tanto en los vuelos clandestinos llenos de droga, como en los intendentes que permiten desarmaderos de autos o son cómplices del narcotráfico.”“La pobreza no genera mecánicamente violencia, lo que sí la genera es el empobrecimiento moral, el debilitamiento institucional, la cultura de corrupción y la polarización político-social

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